¿ALGUIEN NOS ESCUCHA?

Voy a intentar plasmar en este post una reflexión.

Bueno, no tengo claro si es una reflexión, un sentimiento, una certeza o simplemente un mar de dudas.

Todo este estado, proviene de los hechos que no dejamos de escuchar, ver y leer en los distintos medios de comunicación: Los altercados en el Barrio Gamonal de Burgos.

Es muy triste ver esta situación. Te encoge el alma y te lleva a pensar. ¿Que es lo que está pasando? Y mas duro aún: ¿Que es lo que puede llegar a pasar?.

La condición humana, tiene algo llamado instinto de supervivencia, y cuando algo malo sucede, reacciona intentando luchar contra ese mal. Esa reacción puede ser de lo más variado: huida, dialogo, rechazo, indignación....pero también puede derivar en violencia. Lo peor de todo, es que esta puede llegar a convertirse en extrema, y una persona desesperada, en un ataque de violencia extrema es impredecible.

¿Donde quiero llegar con esto? Quiero llegar a dar a entender con un ejemplo, que la ciudadanía está al borde de su capacidad de soportar según que cosas.
Hace unos años, durante el llamado "estado de bienestar", posiblemente no se habría llegado tan lejos en un caso como este. Pero ahora, con la que está cayendo, con lo que dura la puñetera crisis, con el ejemplo que vemos en nuestros representantes.....pasa lo que pasa.

Y lo que mas me indigna, es que parece que los que nos representan, no nos escuchan.
¿Te manifiestas pacificamente? No hay reacción ni respuesta.
¿Recolectas un montón de firmas contra algo que crees injusto? No hay reacción ni respuesta.
¿Que un grupo de mujeres protesta con el pecho al descubierto? Anecdótico, pero ni reacción ni respuesta.

Con lo de Gamonal, parece que las altas esferas nos están intentando dar pistas.

Sin querer, ni mucho menos, hacer soflama de actitudes violentas ni levantistas, pienso:

¿Que pasa, que solo nos escuchan y reaccionan ante la protesta violenta?

¿Que hay que hacer? ¿cada colectivo indignado se tiene que echar a la calle, quemar contenedores, romper escaparates y enzarzarse con las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado para que le hagan caso?

Eso, puede llegar a convertirse en una palabra horrible y que nadie quiere escuchar, pero hay que tener las cosas claras: como los que mandan no empiecen a oir a los que les pusieron ahí, nada bueno va a pasar.