miércoles, 8 de enero de 2014

SUEÑOS DE UN GEEK

Ya lo dice mi madre: a ti te trazaron para rico y se te cayó la maleta al mar.

Se está celebrando en Las Vegas, allá por los USA's, la Consumer Electronics Show, conocida como CES, la mayor y mejor convención de avances tecnológicos a nivel mundial.
De vez en cuando, leo los artículos de lo que las grandes compañías ofrecen en sus renovados catálogos de productos y, señores y señoras, se me cae la baba: Macro pantallas de televisión 4K curvables, gadgets wearables, (ponibles para entendernos)ultra mega books, portátiles convertibles en tablets que además intercambian en 4 segundos de sistema operativo.....¡¡¡¡Ufff!!!. Lo quiero todo.

Cierto es, que muchos de estos inventos se quedarán en curiosidades, pero la oferta es infinita. ¿Necesitamos una tele que se curve? ¿Necesitamos estar continuamente monitoreando nuestra actividad con unas gafas? Seguramente no. Pero ese seguramente, al menos en mi caso, no es una falta de necesidad, es mas bien una carencia de otro tipo. Del tipo que nos afecta a la mayoría de los mortales. No hay dinero suficiente para estar a la ultima en temas electrónicos.

Pues claro que me gustaría estar cacharreando con las Google Glass, (1.500 €) tener en el salón de mi casa una Samsung de 85" con reslolución 4K y curvable apretando un botón del mando a distancia, pulseras que se conectan a mi smartphone de última generación y me cuentan cuanto me he movido, donde he estado, que música he escuchado, etc etc. Pero esto es inviable economicamente, al menos para mi.

Sin embargo aquí estoy, en mi realidad. Trabajo en un Telecentro municipal, un empleo que me gusta, que es lo "mío". Con unos equipos de los que me siento enormemente orgulloso y a los que he cogido, por que no decirlo, el cariño que se puede tener hacia las cosas con las que llevas conviviendo mucho tiempo. No en vano, aunque llevo en mi puesto 7 años, los ordenadores son heredados de otra época. Y digo que me siento orgulloso precisamente por eso.
Equipos con 11 años de antigüedad. Con un nivel de uso intensivo. Recibiendo buenos y malos tratos. Y aquí siguen, como campeones.
¿Cuanta gente puede decir que aún tiene ordenadores con Pentium 4?. Y no vale decir que tienes uno en casa que ni lo miras. Aquí, todos los días están en marcha, dispuestos a ser utilizados por nuestros usuarios, unos días mas y otros menos veces, pero siempre al pie del cañón.

¿Que ya no nos quedan auriculares? Que se los traigan de casa.
¿Que no tenemos ninguna webcam que funcione? A tirar de teclado y emoticonos.
¿Que el teclado que utilizo yo tiene las letras borradas de tanto uso? Da igual. Se donde está cada una.

Hay una cosa que está clara. Por mucho CES de Las Vegas que haya, las cosas ya no las fabrican como antes. ¿A ver cuantos Core I7 van a caer antes de que lo haga alguno de mis Pentium 4?.

Hay que consolarse con lo que se tiene. Sentirse orgulloso de ello y agradecer que la obsolescencia programada de los artículos no nos afecte, pero.....

¡¡¡QUE ENVIDIA!!!

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