martes, 9 de abril de 2013

REFLEXIONES PERSONALES

Ante las noticias que nos sacuden todos los días, no puedo mas que hacer algún tipo de reflexión personal. ¿Realmente nos merecemos lo que nos está pasando? Veo con incredulidad que a Don Iñaki Urdangarin ya le han encontrado puesto de trabajo. Y digo con incredulidad por que creo recordar que en España hay mas de 5 millones de desempleados. Algunos de estos, de larga duración. Y la reflexión pasa por pensar: no me refiero al señor Urdangarin (exclusivamente), si no a mas gente. Lease Rodrigo Rato, Julian Muñoz, Leire Pajín etc etc etc. En algunos casos presuntos incompetentes, en otros, presunto delincuentes y ya en otros delincuentes condenados. Y escribo esto, en este blog, por que se que no lo lee ni tito, para desahogarme. ¿Será posible que esté todo montado para que cuanto mas presunto seas (incompetente o delincuente)mas facil tengas el buscarte la vida? ¿Querran animarnos a que hagamos lo mismo para correr la misma suerte? Es decir: el que roba, se queda con todo y, o no pisa la carcel o la pisa durante muy poco tiempo y en condiciones de hotel 5 estrellas. ¿La justicia es igual para todos? UF, dificil respuesta. Si yo evado capitales (lo sé, no puedo) robo importantes sumas de dinero, llevo a la quiebra empresas tanto del sector publico como del privado, me beneficio de mi posición para medrar ilegalmente (Tampoco puedo) ¿ingresaría en prisión preventiva a la espera de juicio?. ¿Me buscarían un trabajo maravillosamente remunerado? ¿Quedaría en libertad hasta la espera de juicio? La respuesta es: ninguna de las anteriores. Si fuese yo, común mortal, me llevarían a un cuartelillo, donde presuntamente me untarían el morro hasta que dijese donde están los 1000 euros que he robado y, apareciesen o no los mismos, iría directamente a la carcel, donde permanecería internado sin fianza a la espera de un juicio en el que me condenarían como persona peligrosa a 2 años de internamiento. No puedo seguir reflexionando, me duele la cabeza y el alma. Que se pare el mundo, que me quiero bajar.

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